Lisboa.- El impacto ambiental resultante del incendio que ha estado activo desde el 14 de agosto en la isla de Madeira (Portugal), la más grande del archipiélago que lleva el mismo nombre, es «considerable», ya que ha consumido el 14% de sus bosques e incluso ha afectado a la laurisilva, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Elsa Araújo, la presidenta del grupo ambientalista Quercus Madeira, comunicó a EFE vía telefónica este jueves, resaltando que el fuego ha alcanzado zonas pertenecientes a la Red Natura 2000, establecida para la protección de especies raras, amenazadas o en peligro dentro de la Unión Europea.
Araújo indicó que el incendio se localiza actualmente en el Pico Ruivo, la tercera montaña más alta de Portugal, y el Pico das Torres, «aniquilando hábitats prioritarios con especies únicas», y está avanzando hacia las laderas hacia la laurisilva, un bosque húmedo característico de la zona, que representa «una área protegida de gran importancia».
La laurisilva, de características subtropicales, se originó en el período Terciario (que comenzó hace 66 millones de años). Es hogar de una amplia diversidad de especies endémicas y fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial en 1999.
Para Araújo, la preocupación principal como ecologista es la destrucción de «toda una vegetación autóctona que ha sido aniquilada, así como su fauna».
«Me refiero a pájaros que han sido víctimas del incendio, e incluso cabras», declaró.
Ella prevé que será muy difícil la recuperación de la isla de estos daños ambientales ya que la regeneración natural se ve cada vez más comprometida por el cambio climático, que trae consigo una disminución en las precipitaciones y un aumento en las temperaturas.
La presidenta de Quercus Madeira ha criticado la «irresponsabilidad» de las autoridades, no solo en el ámbito de la prevención, sino también por el hecho de que la isla cuente con un único medio aéreo para la lucha contra incendios y con un número «limitado» de bomberos.
«Hemos insistido desde hace años en que deberían establecerse franjas de protección libres de arbustos y árboles invasores alrededor de las áreas intensivas, específicamente las zonas de la Red Natura 2000, de tal manera que si ocurre un incendio, este no pueda propagarse hacia áreas protegidas como la laurisilva y el macizo central, donde se encuentran los hábitats prioritarios», añadió.
Recalcó que un incendio ocurrido hace años en la isla afectó el pico de Arieiro, provocando «perjuicios considerables por la extinción de una especie de planta, la Sorveira (Sorbus maderensis), que solo se encontraba en altitudes elevadas de su hábitat natural».
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