Aquellos que hemos tenido la oportunidad de escuchar al nuevo ministro de Deportes, Kelvin Cruz, estamos convencidos de su firme intención de realizar una gestión sin precedentes al frente del Ministerio de Deportes. Esto, con el propósito de honrar la confianza depositada por el presidente Luis Abinader y, por supuesto, para demostrar a sus conciudadanos de La Vega que su traslado a la capital no fue en vano.
A pesar de lo que algunos puedan creer, dirigir el Ministerio no es tarea fácil debido a la diversidad de intereses que se entrecruzan y, más aún, por contar con un presupuesto limitado. Este último se consume en gran medida por el deporte de alto rendimiento, una realidad que debe ser transformada si se busca que el deporte sea accesible para la población general.
Además, otro gran desafío que enfrentará el nuevo ministro será la desorganización dentro del Movimiento Deportivo. Existen federaciones que se resisten a la transparencia y que han dejado de lado el trabajo para vivir de los fondos gubernamentales destinados a estas instituciones.
Un Comité Olímpico profundamente dividido enfrenta la pérdida irrecuperable de credibilidad, ya que sus líderes no han logrado implementar una reforma estatutaria adecuada a la Constitución de la República y la ley 122-05 dos años después de su nombramiento.
La confianza en el Comité Olímpico Dominicano es casi inexistente, situación que se agrava ahora que su presidente Garibaldy Bautista y el secretario general, Luis Chanlatte, parecen estar preparando un enfrentamiento digno de “Los Tres Mosqueteros” de Alejandro Dumas. Este no es el camino para el desarrollo del deporte en el país.
El plan del nuevo ministro de Deportes incluye visitas a todas las federaciones. Surge la interrogante: ¿Estarán preparados los federados con sus presupuestos y reportes técnicos? Aunque es incierto, lo que sí es seguro es que sus requerimientos financieros superan con creces el presupuesto del Ministerio de Deportes.
Garibaldy Bautista
A modo de ejemplo, me informan que el Comité Olímpico Dominicano está solicitando más de 1,400 millones para financiar las competencias del 2025, incluida la preparación de atletas para los Juegos Centroamericanos del 2026. Dicho presupuesto excede por mucho la capacidad financiera de Miderec.
La labor del Ministerio de Deportes debe abarcar todo el territorio nacional, no limitándose únicamente al deporte de alto rendimiento.
Es esencial equilibrar el presupuesto. El Comité Olímpico Dominicano y las federaciones absorben el 80% del presupuesto de Miderec, mientras que los clubes deportivos y culturales deben esforzarse al máximo para financiar sus actividades, una situación que debe ser corregida.
Por: Ramón Rodríguez
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