Ginebra.- Desde la crisis de la covid-19, las perspectivas para los jóvenes de 15 a 24 años en el ámbito laboral han visto una notable mejora, registrando un desempleo global del 13 %, el nivel más reducido en quince años.
Esto se desprende de un estudio sobre el trabajo juvenil dado a conocer hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que también destaca la preocupante cifra de jóvenes que no estudian, trabajan ni se forman, conocidos como «ninis».
«En algunas zonas, podemos hablar de que hay pleno empleo juvenil», mencionó el director general de la OIT, Gilbert Houngbo, en una conferencia de prensa acerca del informe.
A pesar de ello, la proporción de jóvenes a nivel global que no estudian, no se forman ni trabajan es demasiado alta, siendo uno de cada cinco jóvenes (20,4 %) los que se encuentran en esta situación.
Este escenario está causando ansiedad creciente entre la juventud, la cual se enfrenta a un mercado laboral que perciben como excluyente y al lento crecimiento de oportunidades de empleo digno.
No obstante, se anticipa que la tasa de desempleo juvenil a nivel mundial continúe su tendencia a la baja, alcanzando un 12,8 % por los próximos dos años.
El informe, que conmemora los veinte años de análisis de estas tendencias por parte de la OIT, señala que la recuperación del empleo juvenil post-pandemia no ha sido homogénea, afectando de manera desigual a diversas regiones y especialmente a las mujeres jóvenes.
La crisis sanitaria de la covid-19 provocó un aumento más pronunciado de desempleo entre las mujeres jóvenes, quienes durante la recuperación han visto menos mejoras en comparación con los hombres.
Además, se evidencia una brecha de género significativa en las estadísticas de jóvenes «ninis», siendo la tasa de mujeres jóvenes más del doble que la de los hombres para 2023, con un 28,1 % frente a un 13,1 %, respectivamente.
«Esto resalta el impacto desmedido de la pandemia en las oportunidades laborales para las mujeres jóvenes y evidencia que algunas han quedado rezagadas en el proceso de recuperación», analizó el director general de la OIT.
El documento de la OIT también reflexiona sobre cómo la robótica, la automatización y la inteligencia artificial están reformando los mercados laborales y qué significa esto para los jóvenes.
Los avances tecnológicos han generado dudas sobre el futuro de la mano de obra humana en ciertas profesiones, con dos tercios de los jóvenes expresando temor a perder sus trabajos.
«Muchos jóvenes poseen habilidades y un nivel educativo orientado a empleos que ya no existen, lo cual puede prolongar considerablemente su búsqueda de trabajo, llevándolos a la desesperación», indicó Mia Seppo, subdirectora general de Empleo y Protección Social de la OIT.
De acuerdo a una encuesta realizada por la OIT, África es la región con la mayor proporción de jóvenes «extremadamente» o «muy preocupados» por la estabilidad de su empleo en los próximos seis meses, con un 35 %, seguida por el mundo árabe con un 31 %, América con un 25 %, Asia y el Pacífico con un 23 %, y finalmente, Europa y Asia Central con un 18 %.
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