Diez monjas para afuera: ¿Herejía o Lucha por la Libertad?

Hace un mes, diez monjas clarisas en el norte de España se encontraron en un conflicto abierto con la Santa Sede. Debido a que un cura local que aboga contra las enseñanzas del Concilio Vaticano II. Este concilio, celebrado en la década de 1960, introdujo cambios significativos en la Iglesia católica, y algunas monjas no estaban de acuerdo con su implementación.

La excomunión oficial

El 22 de junio, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, tomó una decisión drástica. Emitió un decreto de excomunión y declaró la expulsión “ipso facto” de la vida consagrada para las diez monjas que habían incurrido en cisma. La archidiócesis de Burgos anunció oficialmente esta medida. La Santa Sede respaldó la decisión.

La decisión personal de las monjas

Las monjas, en una “separación voluntaria”, decidieron abandonar la Iglesia católica. Su manifiesto de 70 páginas denunciaba la “persecución” que su comunidad había enfrentado durante varios años. El conflicto inmobiliario con la jerarquía también desempeñó un papel importante. En 2020, intentaron comprar un convento en el País Vasco, pero la transacción fue bloqueada desde Roma.

Herejía y Autoridad

Las monjas de Belorado también expresaron su descontento con el Vaticano. Acusaron al Papa Francisco de “caos doctrinal” y de incurrir en “contradicciones” con sus comunicaciones. Además, no reconocieron la autoridad del papa y se alinearon con un sacerdote excomulgado, Pablo de Rojas Sánchez-Franco. Este religioso, fundador de La Pía Unión de San Pablo Apóstol, sigue la corriente del “sedevacantismo”, que considera herejes a todos los papas que sucedieron a Pío XII. Fue excomulgado en 2019 por el arzobispo de Burgos.

Queda un debate en pleno apogeo

Tras este incidente conocido a nivel internacional, se abrió el debate de ideas y las opiniones han sido multi diversas partiendo de las razones de las monjas en abandonar la iglesia católica, hasta las decisiones autoritarias e innegociables de Roma.