Quito.- La matriz de generación eléctrica de Ecuador continúa teniendo a la energía hidroeléctrica como su principal componente, constituyendo aproximadamente el 70% de su producción. Sin embargo, la contribución de otras fuentes de energía renovable, tales como la eólica, la solar fotovoltaica y la biomasa, sigue siendo relativamente pequeña.
Este miércoles, Diego Gordón, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Británica (Britcham UIO), resaltó esta situación durante el cuarto Foro de Innovación y Transición Energética organizado por Britcham UIO. El evento busca promover la cooperación y el diálogo entre diversas entidades del sector energético, aprovechando la experiencia internacional.
Gordón comentó sobre la situación energética actual que atraviesa el país, que enfrenta desafíos similares a los de otros lugares del mundo. Subrayó la importancia de explorar a fondo las soluciones y oportunidades surgidas de esta crisis.
Debido a una crítica sequía que afecta a los embalses que abastecen a las principales plantas hidroeléctricas, Ecuador ha comenzado a experimentar nuevamente cortes programados de electricidad en distintas áreas y horarios a nivel nacional.
El gobierno ecuatoriano ha descrito este periodo de sequía como “el peor de los últimos 61 años”, provocando que sus plantas hidroeléctricas enfrenten una significativa reducción en su capacidad de generación, con un déficit de alrededor de 1.000 megavatios.
El embalse de Mazar, el segundo más grande del país, es uno de los más afectados, sufriendo una dramática disminución de su nivel de agua debido a la prolongada ausencia de precipitaciones.
Gordón manifestó que la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles representa tanto un desafío como una oportunidad para colaborar con sectores industriales nuevos y establecidos.
Asimismo, destacó que sectores como el petrolero, de gas y minero, juegan un papel crucial en la matriz energética ecuatoriana y destacó la importancia de incluirlos en la discusión y en la búsqueda de soluciones energéticas sostenibles y responsables.
Transición energética
En el contexto de una matriz energética predominantemente hidroeléctrica—limpia pero vulnerable durante períodos de sequía—, Juan Roberto Paredes, especialista senior en Energías Renovables del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), habló sobre tres conceptos cruciales en seguridad y transición energética: incertidumbre, flexibilidad y colaboración.
Paredes enfatizó la relevancia de la colaboración y la integración eléctrica regional, como es el caso de las conexiones de transmisión con Perú, que facilitan la adaptibilidad frente a la variabilidad de los recursos renovables.
Actualmente, tanto el BID como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) están financiando la construcción de una interconexión eléctrica de alta tensión entre Ecuador y Perú, para mejorar la resiliencia de Ecuador ante crisis energéticas sin depender exclusivamente de Colombia.
Eventos climáticos extremos, como El Niño, que incrementan los efectos del cambio climático, pueden impactar de manera diferente a cada país, indicó Paredes.
Por ello, la integración eléctrica regional no solo ayuda a estabilizar las tarifas a largo plazo, sino también a adaptarse a los efectos del cambio climático.
El experto recomendó que los gobiernos adopten un enfoque proactivo hacia la transición energética y la evolución tecnológica, destacando además la importancia de centrar la atención en el consumidor, quien debe ser el eje de la transformación.
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