Washington.- Al finalizar la revisión del Artículo IV, el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que en la República Dominicana es «crucial» implementar una reforma fiscal integral que incremente los ingresos del estado de manera sostenible. Esto implica eliminar las exenciones fiscales y ampliar la base tributaria, así como mejorar la eficacia del gasto público, en particular reduciendo los subsidios al sector eléctrico y las transferencias no focalizadas.
Según el FMI, con esta reforma se liberarían recursos para el necesario gasto en desarrollo (incluyendo infraestructura resiliente a desastres), lo cual contribuiría a fomentar un crecimiento económico inclusivo.
En su informe, el FMI enfatiza que la política fiscal debe concentrarse en recuperar el margen fiscal y cubrir los gastos esenciales. La aprobación y puesta en marcha de la ley de responsabilidad fiscal son pasos significativos para reforzar las políticas a mediano plazo y garantizar la sostenibilidad de la deuda.
Además, el FMI considera adecuada la consolidación fiscal gradual propuesta por las autoridades, de acuerdo con la mencionada ley, para asegurar una trayectoria descendente sostenible de la deuda y generar margen fiscal.
Económico
El FMI recalca la necesidad de una reforma fiscal integral que eleve los ingresos estatales de forma permanente, a través de la eliminación de exenciones fiscales y una mayor base tributaria, y que optimice el uso del gasto público. Esto permitiría disponer de recursos para el esencial gasto en desarrollo, incluyendo infraestructura que resista desastres, impulsando así el crecimiento inclusivo.
El sector financiero se mantiene firme y bien capitalizado; el FMI sugiere continuar los esfuerzos por actualizar el marco normativo conforme a los estándares internacionales más recientes. “El sector ha manejado adecuadamente el periodo de altas tasas de interés y bajo crecimiento en 2023. Las pruebas de estrés indican que el sector bancario puede soportar una variedad de choques”.
Se advierte que debido al contexto de tasas de interés altas por un periodo prolongado y un reciente aumento en el crecimiento del crédito, es imprescindible mantener una supervisión cuidadosa para evitar el aumento de vulnerabilidades. La actualización del marco de regulación financiera y prudencial, acompañada de una expansión de herramientas macroprudenciales y el cierre de lagunas en la regulación y supervisión (incluyendo las cooperativas de ahorro y crédito), fortalecerá la resiliencia del sector financiero.
Otras reformas
El Fondo destaca que las iniciativas para mejorar las instituciones públicas y el ambiente de negocios son fundamentales para mantener una trayectoria sólida de inversión y crecimiento. Es clave seguir avanzando en la mejora de la gestión financiera pública y en el fortalecimiento de la administración de ingresos para consolidar el marco de política fiscal y la eficiencia del gasto e ingreso.
Las reformas en educación y mercado laboral, junto con avances en logros sociales y la implementación de políticas de adaptación y mitigación al cambio climático, son esenciales para apoyar un crecimiento económico inclusivo y resiliente, y para continuar minimizando las vulnerabilidades. Las autoridades deben continuar esforzándose por implementar completamente el Pacto Eléctrico.
Recuperación económica
Tras una notable recuperación pospandemia, el crecimiento económico se redujo al 2,4% en 2023 debido a condiciones financieras internas y globales más restrictivas, demanda débil de exportaciones y factores transitorios internos, principalmente climáticos. Esta desaceleración, junto con una baja en los precios de las materias primas, permitió que la inflación se ajustara antes de lo esperado al rango objetivo (4±1%). En respuesta, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) ajustó de manera prudente y adecuada su tasa principal de política monetaria, adoptando una mayor flexibilidad cambiaria y aumentando sus intervenciones en el mercado de divisas para estabilizar la volatilidad diaria del tipo de cambio.
La política fiscal se ajustó de manera prudente para respaldar la economía. El déficit de cuenta corriente se redujo significativamente a un 3,6% del PIB en 2023 y se financió íntegramente con flujos de inversión extranjera directa (IED). El sector financiero navegó con éxito el período de política monetaria restrictiva y el crecimiento económico reducido, manteniéndose adecuadamente capitalizado y rentable.
Gracias a la solidez de las políticas y fundamentos macroeconómicos, las perspectivas son positivas a pesar de la alta incertidumbre, principalmente de origen global. Para 2024 y a mediano plazo, se espera que el crecimiento del PIB real se estabilice en torno a su tendencia de largo plazo del 5%, con una inflación cerca del objetivo del 4%. Se proyecta que el déficit de cuenta corriente se reduzca gradualmente a menos del 3% del PIB y continúe financiándose completamente con IED. Los riesgos a corto plazo para el desempeño económico por las condiciones financieras globales más restrictivas, las tensiones geopolíticas y los precios volátiles de las materias primas se han atenuado desde el año pasado, pero siguen siendo altos y tienden a la baja. A mediano plazo, los riesgos son más equilibrados y podrían inclinarse al alza si se implementan exitosamente las principales reformas.
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