Es acertado o arriesgado. Durante un lapso de tan solo 48 horas, un destacado comunicador y comentarista político del país lanzó críticas sobre cómo, en el último encuentro de la influente Dirección Ejecutiva del PRM, los aspirantes presidenciales se alinearon en contra de David para favorecer la designación del diputado Agustín Burgos como alcalde de La Vega. En este proceso, los contrarios a David lograron una votación prácticamente unánime, desoyendo además la petición de Paliza de conceder al presidente Abinader la autoridad para tal decisión, propuesta que apenas recabó unos 4 votos de 50 posibles.
Posteriormente, un agresivo comentario de Ricardo Nieves cuestionó la elección por la cual Agustín fue seleccionado, argumentando que, en su opinión (posiblemente equivocada o con pocos fundamentos), debería haberse elegido a un asistente de Kelvin Cruz en lugar de Agustín. Dentro de esta crítica, Nieves mencionó una encuesta que, según él, posiciona a mi amigo y hermano David por encima del resto de pre-candidatos juntos, duplicando casi sus números.
Más adelante, el país fue testigo de una incisiva crítica de parte de la respetada empresaria Ligia Bonetti, quien cuestionó lo que considera una “falta de estrategia y la improvisación” en el desarrollo productivo de la República Dominicana. La presidenta ejecutiva del Grupo SID planteó si esta aproximación basada en la improvisación y la omisión de incentivos a la innovación ha sido fructífera en alguna parte del mundo, continuando con severas críticas hacia la ausencia de una estrategia definida para el crecimiento de los sectores productivos del país y destacando la importancia de la competitividad y la innovación como impulsores del desarrollo sostenible.
A esto le siguió una revelación de Aníbal Diaz sobre presuntas destituciones masivas de miembros del PRM en instituciones públicas, vinculando esto a varios funcionarios próximos a otra pre-candidata, “Carolina Mejía”, secretaria general del PRM y alcaldesa del Distrito, cuyos colaboradores recomendados se destacan figuras como el Ministro de Medio Ambiente, Paíno Henríquez, y Milton Morrison, un aliado del PRM que expresó que nunca apoyaría a David. También se mencionó el caso de EDESUR, liderado por un profesional con méritos y no por afinidades políticas.
Estas declaraciones y posturas, provenientes de personas cercanas a David, revelan lo que parece ser una estrategia riesgosa pero posiblemente efectiva. Un precedente de esto podría ser la candidatura presidencial de Salvador Jorge Blanco en 1982, resultado de un conflicto directo contra la corriente del presidente de aquel entonces, Antonio Guzmán Fernández, que favorecía a Jacobo Majluta, y eventualmente, resultando en el triunfo de la campaña de Salvador Jorge Blanco.
Asimismo, la contienda interna del PRI mexicano para la elección presidencial de 2006 destacó la formación de facciones contrarias al candidato apoyado por el establishment del partido, lo cual culminó en la elección de Arturo Montiel. A pesar de que Montiel inicialmente experimentó un ascenso en popularidad, la revelación de conductas indebidas durante su mandato como gobernador del Estado de México mermó su candidatura, concluyendo en su renuncia. Este evento subrayó el desinterés general de la militancia y del electorado, culminando en una elección caracterizada por una baja participación.
Es preciso advertir a David que su popularidad fuera del PRM no debería considerarse un cheque al portador para ser el candidato oficial del partido, un escenario que también deberían contemplar aquellos que se organizan en su contra. Existen precedentes históricos que demuestran que la unión contra un candidato prominente no asegura el éxito, como lo demuestra el caso de Milagros Ortíz Bosch en el PRD en 2007, donde, a pesar del apoyo significativo, la candidatura de Miguel Vargas Maldonado prevaleció.
Se rumora que algunos estrategas creen que el candidato del PRM más capaz de triunfar será aquel que desafíe abiertamente a Luis Abinader y se distancie de ciertas políticas del Gobierno, especialmente aquellas reformas necesarias pero impopulares tanto dentro como fuera del partido. Esta estrategia podría resonar con las bases y los sectores más afectados por dichas políticas, propiciando un apoyo significativo en las primarias.
Es crucial que el PRM y sus aspirantes no asuman con demasiada confianza que el respaldo de la sociedad se mantendrá incondicionalmente, o que la base partidista acatará sin más las decisiones de la dirigencia. Aunque el panorama actual pueda parecer favorable, es importante reconocer la volatilidad de la política y el potencial de surgimiento de nuevas figuras que, con una propuesta renovada y convincente, puedan captar tanto la atención del electorado como de importantes segmentos dentro del propio PRM.
creditos de las imagenes de este post: Elpregonerord.com
