Santo Domingo.–Una flota conformada por la fragata “Gorshkov”, el submarino de propulsión nuclear “Kazan”, el petrolero “Pashin” y el remolcador “Nikolai Chiker” fue recibida con honores mediante 21 salvas de cañón en La Habana.
Un conjunto de embarcaciones militares rusas, que incluye un submarino nuclear, una fragata y dos unidades logísticas, empezó su partida del puerto de La Habana el lunes, culminando una estancia de cinco días y seguimiento de ejercicios en el Atlántico.
El proceso de partida de las embarcaciones fue iniciado temprano en la mañana y se llevó a cabo de manera gradual, de acuerdo a lo observado por The Associated Press.
Estados Unidos expresó estar monitoreando estas embarcaciones con atención y minimizó cualquier especulación sobre un peligro que estas pudieran representar para la zona, o que implicaran una transferencia de tecnología de misiles. Sin embargo, es notable que el submarino americano, el USS Helena, llegó a la Base Naval de Guantánamo, un fuerte que los Estados Unidos tiene en el extremo oriental de Cuba, a aproximadamente 1.000 kilómetros de la capital, lo cual es contra la voluntad de La Habana.
ATENCIÓN GENERAL
La anterior semana, la llegada de las embarcaciones rusas generó gran atención luego de que el Ministerio de Defensa Ruso anunció que estas habían completado maniobras militares en el Atlántico simulando ataques con misiles a blancos a más de 600 kilómetros de distancia.
La armada, incluyendo la fragata “Gorshkov”, el submarino de propulsión nuclear “Kazan”, el petrolero “Pashin” y el remolcador “Nikolai Chiker”, fue celebrada en La Habana con 21 salvas de cañón.
El presidente Miguel Díaz-Canel hizo una visita a la fragata el sábado y compartió momentos con los oficiales, lo cual fue reportado por el lider cubano en su cuenta de X –anteriormente conocida como Twitter–. Por otro lado, el vicecanciller Carlos Fernández de Cossio mostró desaprobación hacia la presencia del submarino estadounidense en la Base de Guantánamo, afirmó que este no era bienvenido ya que no había sido invitado.
Anteriormente, el ministerio de relaciones exteriores de Cuba había comunicado sobre la llegada de la flota rusa, describiéndola como una visita rutinaria entre naciones amigas, e insistió en que no representaba peligro alguno.
Un día después de su arribo, el jueves, se presenció a personas de diversas edades haciendo fila para visitar la fragata, la cual estuvo abierta al público local también el sábado, siendo esta una práctica regular cuando llegan navíos de este calibre al puerto.
Entretanto, el puerto de La Habana también fue escalado por el buque de la Real Armada de Canadá “Margaret Brooke”.
Cuba y Rusia, ambas naciones sujetas a sanciones por parte de Estados Unidos, han fortalecido su cercanía política y económica en años recientes. Para la isla, el embargo que busca forzar un cambio de sistema representa un impacto financiero significativo.
La Habana nunca se ha unido a las condenas sobre la guerra en Ucrania y ha promovido una solución pacífica.
No se han especificado cuales serán los futuros movimientos o destinos de la flota rusa en el Caribe.
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