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¿Quién resulta más afectado políticamente por la Reforma Fiscal?

Comprometiéndome a la honestidad tanto conmigo como con aquellos que leen mis pensamientos, lo primero que debo aclarar es mi intención de mantener la mayor objetividad posible para otorgar validez a este texto. Entendido esto, debo admitir que, si estuviera en mi poder elegir a un candidato presidencial por el PRM, elegiría a Samuel Pereyra.

Mi apoyo hacia él se fundamenta en motivos personales y en sus destacadas capacidades de gestión. Pese a que podría no ser el nombre más resonante en la política o carecer actualmente de la estructura adecuada, es altamente valorado por sus relaciones personales, logros profesionales, y presencia imponente. Convencido estoy de que con alguien como Samuel a la cabeza, nuestro país experimentaría trasformaciones económicas, sociales, industriales y comerciales sin precedentes. No obstante, parece que en esta ocasión no se postulará.

No nos podemos hacer ilusiones al pensar que, en una agrupación como el PRM, con un presidente de la República que no puede continuar y con un líder partidista de destacada carrera, será sencillo hallar un sucesor. Este tendría el desafío de superar o, como mínimo, igualar al actual presidente de la República y al líder del partido. Todavía más complicado resultará triunfar en una elección presidencial dados los desafíos políticos que implican estas reformas.

Es evidente que a muchos les surge la pregunta de por qué el gobierno impulsa simultáneamente tres reformas: la Constitucional, la Fiscal y la Laboral. A pesar de que son necesarias, no podemos dejar de lado que son impopulares y acarrean un significativo costo político para el PRM.

Alguien me solicitó opinión sobre quiénes resultan beneficiados y perjudicados con la reforma fiscal. Si bien no puedo confirmarlo de forma absoluta, tampoco descarto que existan intereses políticos escondidos detrás de esta reforma para favorecer a un candidato o candidata. Podría asemejarse al proceso del cónclave para elegir al papa, aunque aquí no se esperaría ver el conocido humo blanco. Los sondeos y las estructuras políticas de los precandidatos nos dan indicios sobre quién podría emerger como ganador, pero las estrategias y cálculos sugieren posibles sorpresas.

No es ningún secreto que David Collado ha liderado las encuestas de simpatía entre los funcionarios del gobierno, siempre cerca de Samuel Pereyra, quien posee una menor tasa de rechazo. Sin embargo, cuando se evalúa a los precandidatos dentro del PRM, David no consigue el mismo nivel de respaldo interno que Carolina Mejía, quien sobresale tanto dentro del partido como en la opinión pública general. Carolina, siendo la alcaldesa más valorada del país, enfrenta el reto de trasladar esa popularidad hacia su carrera por la nominación presidencial del PRM.

David mantiene estrecha relación con el sector empresarial, sobre todo el turístico, por lo que algunos sostienen que había un compromiso de no afectar negativamente a este sector con la reforma fiscal. No obstante, la propuesta presentada fue lo contrario, lo que da la impresión de buscar mermar su popularidad en el sector con el que más se identifica. Esto genera dudas sobre si para David sería mejor permanecer en el Gobierno o renunciar a su cargo para desligarse de los posibles momentos difíciles en términos de aceptación popular que el Gobierno pueda enfrentar. Es una decisión que deberá ponderar.

Siendo consistente, creo que David, por fuera del PRM, genera mayor apoyo en un electorado que tiende a votar más por personalidades que por partidos o ideologías. Un malestar con la gestión del PRM podría motivar a este segmento a considerar otras alternativas, como la Fuerza del Pueblo. Sin embargo, el punto conflictivo radica en que allí se encuentra Leonel Fernández como candidato, y a pesar del descontento con el PRM, es improbable que dicho electorado opte por Leonel.

En cuanto a Carolina, se ve menos afectada por la reforma fiscal que David, ya que no desempeña un rol directamente dependiente del presidente, aunque sigue siendo una figura crucial del PRM como su secretaria general y por ser hija de un expresidente. Esto la relaciona indirectamente con las acciones del gobierno, y por lealtad, se vería restringida de criticar o enfrentar tales medidas abiertamente.

Es claro que, independientemente de quién resulte ser el candidato del PRM—ya sea Yayo, Wellington, Carolina o David—, las medidas adoptadas les afectarán. Sin embargo, quienes más podrían resentir las consecuencias no son precisamente aquellos con el respaldo firme de los militantes del PRM.

En una segunda parte, examinaré el crecimiento sistemático de Yayo San Lovatón, su habilidad para seleccionar figuras claves dentro del PRM, como Gloria Reyes en la coordinación nacional de campaña, y el notable ascenso de Wellington en provincias de gran importancia política como Santiago, San Cristóbal, Valverde y Peravia, además de su popularidad entre alcaldes y diputados. También se analizará cómo ambos podrían aprovecharse, y no verse afectados, por la Reforma Fiscal.

creditos de las imagenes de este post: Elpregonerord.com

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