Nueva York Durante una audiencia cargada de intensidad, donde se escucharon llantos y llamados de “monstruo” y “demonio” por parte de amigos y familiares de las fallecidas, William Rodríguez, acusado del crimen de Ana María Martínez y su hija Sergia Acosta en Massachusetts el pasado 24 de agosto, fue formalmente acusado el viernes en el tribunal de distrito de Worcester, afrontando la posibilidad de una condena a cadena perpetua si es encontrado culpable.
La sesión en corte coincidió con el funeral de las víctimas.
Acusado por el asesinato de las dominicanas en la residencia de Acosta, de 78 años, el sábado precedente a su procesamiento, Rodríguez se declaró no culpable y fue detenido sin posibilidad de fianza. Se le señala de haber huido después de apuñalar a la madre e hija, motivado por celos ya que la segunda mantenía otra relación.
Después de cinco años de haber sido liberado de prisión por el homicidio de su esposa hace dos décadas, Rodríguez, quien mantenía una relación con Martínez, atacó a ambas mujeres tras una discusión con Martínez, y ante el intento de la madre por proteger a su hija, ambas fueron fatalmente apuñaladas.
Originalmente, Rodríguez fue identificado como una Persona de Interés en la investigación de los homicidios.
La respuesta policial se dio luego de que un pariente de las víctimas solicitara una verificación de bienestar en el domicilio, donde hallaron a ambas mujeres el 24 de agosto con múltiples heridas de arma blanca.
Una nota dejada por Rodríguez en el escenario, que rezaba “Las mujeres que cometen errores recibirán su merecido”, forma parte sustancial de las pruebas en contra presentadas por la fiscalía de Worcester.
“Él es un monstruo, un demonio”, exclamó Génesis Berrios, nieta y sobrina de las víctimas, al salir de la audiencia.
Un ayudante fiscal reveló al juez que registros de video vigilancia muestran a Rodríguez entrando y saliendo del apartamento localizado en “Webster Square Towers”, lugar de residencia de Acosta, quien era visitada diariamente por su hija para su cuidado y donde ambas perdieron la vida.
Las imágenes demuestran que Rodríguez fue la última persona en acceder al inmueble antes de que los vecinos contactaran a emergencias a las 1:08 pm de aquel día.
De acuerdo con la oficina del médico forense, las pruebas confirman que ambas dominicanas fueron víctimas de homicidio por apuñalamiento.
Se ha confirmado la relación sentimental previa entre Rodríguez y Martínez.
“Eran amigos, ella quería poner fin a la relación al conocer su verdadera naturaleza, lo que lo llevó al límite”, comentó la nieta y sobrina de las fallecidas.
Los familiares de las víctimas desconocían que Rodríguez había sido condenado anteriormente por el homicidio de su esposa en 2004 y liberado bajo libertad condicional en 2019.
Ambas víctimas se habían familiarizado con el sospechoso a través de la iglesia.
Se ha programado que Rodríguez se presente nuevamente ante el tribunal el 10 de octubre.
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