Nueva York.-Un grupo de seis individuos de origen dominicano y puertorriqueño fue detenido y enfrenta cargos en Providence por involucrarse en actividades de crueldad animal y organizar apuestas no autorizadas, debido a su participación en la organización de combates de gallos en los estados de Massachusetts y Rhode Island.
De acuerdo con los fiscales, Miguel Delgado, Oneal Vásquez Lozada y Antonio Ledee Rivera (Al), todos residentes de Rhode Island, así como Gerdimez Kingsley Jamie, José Rivera y Luis Castillo, quienes viven en Massachusetts, fueron imputados por su participación en eventos de peleas de gallos que tuvieron lugar el 25 de febrero y el 6 de marzo de 2022.
Los documentos del caso indican que dichos eventos fueron organizados en la residencia de Delgado situada en Providence.
Se acusa a Delgado de tener en su posesión aves críadas y preparadas para el combate, así como de organizar y promocionar estas actividades en ambas fechas mencionadas.
También se le imputa el haber adquirido y vendido espuelas afiladas, conocidas como gaffs, que se emplearon en los citados enfrentamientos.
Se atribuye a Lozada y Rivera el poseer y mostrar aves destinadas a la lucha, mientras que Jamie y José Rivera enfrentan acusaciones por llevar gaffs al suceso del 6 de marzo.
Asimismo, Castillo se encuentra acusado de disponer y exhibir aves en el mencionado combate.
Según la Ley de Bienestar Animal, es prohibido apoyar, promover o asistir a actos que involucren el enfrentamiento de animales, definidos como cualquier acontecimiento que, afectando el comercio interestatal o internacional, contemple peleas entre dos o más animales para entretenimiento, apuestas o deporte, así como vender, poseer, adquirir o entrenar animales para dichos eventos, e igualmente es ilegal la comercialización, transporte o entrega de instrumentos afilados diseñados para ser usados en tales prácticas.
Generalmente, a los gallos les son colocadas espuelas afiladas en sus patas y son forzados a enfrentarse hasta que uno muere o queda imposibilitado para continuar.
A menudo, los organizadores de estas peleas mutilan a las aves para incrementar sus probabilidades de éxito.
Los individuos en cuestión enfrentan diversas acusaciones relacionadas con su participación en la red de peleas de gallos, incluyendo posesión ilegal de animales para combate, promoción o exhibición de los mismos en dichas actividades y el transporte de elementos cortantes para ser usados en estos enfrentamientos.
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