Nueva York. Varios familiares de fallecidos, en su mayoría de origen dominicano, lograron un triunfo legal contra la funeraria R. G. Ortiz Funeral Home, con sedes en el Alto Manhattan, El Bronx y Brooklyn. Como resultado, la empresa tendrá que abonar $604 mil dólares como compensación, tras un acuerdo alcanzado con el Departamento de Protección al Consumidor y Trabajador (DCWP), que respaldó las alegaciones de los demandantes.
Se les acusó de no realizar adecuadamente el proceso de embalsamamiento, resultando en deformaciones faciales y cuerpos con aspecto de zombis, retrasos en la disposición de los féretros para los velorios, demoras en el transporte de los cuerpos desde las morgues hasta las funerarias y los aeropuertos para su envío al extranjero, principalmente a República Dominicana. Otras quejas incluían desinformación, trato indebido a los dolientes, entrega de cuerpos equivocados, y pérdida de cadáveres entre otras deficiencias.
El dinero compensatorio se destinará a los familiares afectados.
A pesar de la existencia de múltiples funerarias en el Alto Manhattan, R. G. Ortiz, ubicada en la avenida Broadway con calle 192, es la predilecta de la comunidad dominicana, dada la alta concentración de migrantes de dicho país en el área, la cual se considera como la más densamente poblada de dominicanos en el mundo.
El DCWP intervino legalmente con un equipo de abogados para representar a 74 afectados en la demanda colectiva.
Se reportó que la funeraria R.G. Ortiz Funeral Home Inc. falló en informar sobre la localización de los restos de seres queridos, los confundió o los perdió, y en algunos casos, hizo que los familiares tuvieran que buscar entre montones de otros cuerpos.
Se identificaron más de 82 infracciones y, como parte del acuerdo, 28 consumidores recibirán $104,000 en compensaciones.
Los $500,000 restantes se reservan para otros consumidores que aún no han presentado reclamaciones.
La comisionada del DCWP, Wilda Vera Mayuga, indicó que la demanda se presentó luego de concluir una investigación sobre casi 50 quejas de afectados, quienes se sintieron explotados durante su duelo.
La demanda alegaba que la funeraria no proporcionó los servicios por los cuales se había pagado, tuvo un manejo incorrecto o perdió los restos, obligando en algunos casos a los clientes a revisar almacenes para identificar cenizas de sus seres queridos.
El DCWP también declaró que la funeraria mintió sobre el tiempo que tomaría retornar los restos cremados y no preparó adecuadamente los cuerpos para los funerales.
«Su conducta ha dejado a decenas de familias en una incertidumbre mientras esperan los restos de sus seres queridos y, en algunos casos, en situaciones incluso peores», adicionó la comisionada.
En septiembre de 2022, Alexa Guitard falleció de cáncer a los 20 años. Su madre, Yahaira Reyes, contrató los servicios de cremación de R.G. Ortiz para su hija.
Reyes mencionó que transcurrieron meses sin obtener respuesta de la funeraria sobre cuándo recibiría las cenizas de su hija.
Las demandas contra la funeraria emergieron en 2021, cuando familiares de varios fallecidos denunciaron a la empresa por mal manejo en los ataúdes y por dejar residuos de sangre en los espacios de embalsamamiento.
Reportajes transmitidos por Bronx News 12 en 2021 bajo el título “Death Without Dignity” (Muerte Sin Dignidad) revelaron las deficiencias de los maquilladores funerarios, alterando considerablemente el aspecto de los difuntos.
Los cuerpos de Flora Jerez, Zulma Leonardo y el afroamericano Dewayne Warthen se incluyeron entre las pruebas presentadas por los reclamantes, mientras Michael Ortiz, propietario de la funeraria, se mantuvo en silencio.
La funeraria Ortiz en el Alto Manhattan ya había enfrentado previamente quejas, críticas y litigios por prácticas incorrectas y la violación de protocolos funerarios, faltando al respeto y dignidad de los difuntos.
En marzo de 2018, Miguel Paulino, un ex sargento de la policía de Nueva York, acusó a la funeraria de entregarle un cuerpo que no correspondía a su madre, María Altagracia Castro, cuyo cuerpo debió buscar en varias funerarias hasta encontrarlo en un sótano.
Paulino, quien posteriormente falleció de COVID-19 tras un viaje a República Dominicana, también presentó una demanda contra la funeraria.
En 2017, familiares de Ramón Paulino de Jesús, fallecido de cáncer, denunciaron que la funeraria retuvo el cuerpo a pesar de haberse pagado casi $6,000 por el velorio y transporte del cuerpo a Santo Domingo, República Dominicana, para su sepultura en el cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez.
Adicionalmente, las imágenes mostraban desorden, suciedad, camillas anticuadas, cuerpos envueltos en bolsas de basura y manchas de sangre en el área de preparación de los cuerpos.
Flora Sosa, nieta de Flora Jerez, cuyo cuerpo fue maltratado, compartió su shock inicial al ver el estado de su abuela, rechazando que se tratara de ella.
El reclamo principal fue por el daño emocional, además de las otras violaciones mencionadas.
«En lugar de reconocer a su ser querido, se encontraron con lo que parecía ser una figura de arcilla deformada», expresó el abogado de la familia.
Afirman que R. G. Ortiz Funeral Home arruinó la preparación del cuerpo de Jerez.
«Ella deseaba un servicio hermoso por su bella vida, y el hecho de que tuviéramos que enfrentar el dolor de su pérdida y verla en tal estado, devastó a nuestra familia», dijo Sosa.
«Quiero que todos vean lo que le hicieron a mi hermana», manifestó Karina Olavarria, acusando a la funeraria de arruinar la presentación de su hermana en su velorio.
En otro incidente, una mujer relató que su esposo, fallecido de un infarto, fue mostrado como si hubiera muerto en un incendio.
Un ex empleado de la funeraria, que solicitó anonimato en una entrevista con Bronx News 12, reveló que los cuerpos se almacenaban sin refrigeración adecuada por días.
«Apilados de manera inapropiada, una falta total de profesionalidad», comentó. «Y con ratas rondando el lugar», agregó.
«Vi un cuerpo con parte de la cara y la nariz aplastadas», confesó el ex empleado.
La Funeral Consumers Alliance (FCA) señaló que esta evidencia indica un problema serio.
«Es un claro indicador de alarma», dijo Josh Slocum, director ejecutivo de la FCA.
«o que he visto y comprendo, parece probable que existan violaciones a los estándares profesionales básicos y a los códigos que regulan a las funerarias», concluyó.
creditos de las imagenes de este post: Elpregonerord.com