Adam Lara, un adolescente de Hato Damas, San Cristóbal, habría sido víctima de abusos en cinco ocasiones. Sus presuntos verdugos, tres menores que eran sus vecinos, enfrentan acusaciones de propinarle golpes mortales. A pesar de los reclamos de la familia, los agresores permanecen en libertad, lo que ha generado indignación y una búsqueda desesperada de justicia.
del llanto silencioso
En una cancha de baloncesto, el martes 18 de junio, luego de ser víctima de reiterados abusos, Adam sufrió una paliza que lo dejó llorando en silencio hasta quedarse dormido. Las heridas internas apagaron lentamente su vida, y cuando finalmente rompió el silencio, ya era demasiado tarde. La comunidad se pregunta cómo pudo ocurrir tal tragedia sin que nadie interviniera.
Rabia e Impunidad
En el hogar de Adam, mientras algunos lloran su pérdida, otros arden de rabia. Los verdugos, de 17, 15 y 14 años, aún no se han entregado a las autoridades y la advertencia es clara: esta muerte no quedará impune. La comunidad exige respuestas y acciones concretas ante los abusos y la tragedia en general, para evitar que más vidas se pierdan en la impunidad.
Esperando justicia
Los familiares de Adam aguardan los resultados de los estudios forenses realizados por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de la República Dominicana. La incertidumbre y el dolor se mezclan con la esperanza de que la verdad prevalezca, se haga justicia en memoria de Adam y que los responsables puedan pagar cada uno de los abusos.
Sueños interrumpidos
Adam, quien cursaba el quinto grado en la Escuela Francisco del Rosario Sánchez, soñaba con ser pelotero y representar a su país en el extranjero. Su vida fue truncada por la violencia, los abusos y la injusticia, dejando atrás ilusiones y un futuro que nunca llegó a vivir.